EL AGUA
1. No tirar pinturas ni disolventes por los desagües.
2. Evita tirar a la pila el aceite de cocinar y el de las latas de conserva. Guardarlos en botellas y recipientes para llevarlos a una planta de reciclaje es la mejor solución, aunque como medida no tan buena (pero mejor que tirarlo al desagüe) es empaparlo en papel y tirarlo a la basura orgánica.
3. Utilizar detergentes y jabones que no contengan fosfato.
4. No tirar al inodoro cigarrillos, tampones ni preservativos.
5. Utiliza pequeños filtros en duchas, lavamanos y similares.
EL AIRE
1. Evita los pesticidas.
2. Limpia tu casa frecuentemente, a demás de ventilarla con normalidad.
3. Obviamente, evita el uso del automóvil, sustituyéndolo por vehículos no motorizados o vehículos eléctricos y en el peor de los casos el transporte público.
EL SUELO
1. Mantén la tierra abonada y fértil con materia orgánica, además de limpio, rastrillandolo y barriéndolo de vez en cuando.
2. No entierres nada que pueda contener químicos manufacturados.
3. Evita el cultivo o la plantación en exceso, con el fin de no cansar la tierra.
4. Mantén cierta vegetación en él como medidores de fertilidad. Asó podrás saber si está limpio y fértil por el desarrollo de la vegetación.
A parte de todos estos consejos tenemos unos básicos que no se pueden centralizar en uno de estos apartados, ya que son muy importantes para el medio ambiente en general como es el uso de placas solares, comer frutas y verduras ecológicas, o simplemente reciclando.
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